En Praga, aparcar en la calle fuera de los aparcamientos de pago es un asunto muy complicado tanto para turistas como para locales. En las calles del centro de la ciudad y en muchas zonas residenciales, hay diferentes zonas de aparcamiento reservadas principalmente a los residentes.
Estas zonas son azul, naranja, morada y verde, cada una con condiciones de uso ligeramente diferentes.
Para evitar problemas y asegurarse de que puede disfrutar de su estancia en Praga sin estropearla con un viaje al depósito, le aconsejamos encarecidamente que elija una zona de aparcamiento segura y vigilada.