¿Una verdadera pausa? ¿Una buena fiesta, echarse una cana al aire? ¿Dejarlo todo atrás y bailar y bailar y bailar, hasta darlo todo y no poder más? No hay que pensarlo dos veces: Chapeau Rouge es el lugar. En sus tres plantas subterráneas podremos ser un camaleón, jugar con las sombras y camuflarnos en su laberinto de recodos y pasillos. En la primera planta, música comercial. Debajo, en la segunda, música dance. Y en la tercera, conciertos experimentales e innovadores de todos los géneros y para todo tipo de personas. En fin, cada cual encontrará lo suyo. Noche tras noche, entre más descendemos, más aumenta la diversión, los ánimos, la fiesta. Es el espacio ideal para aquellos que quieren ser anónimos, no ser vistos ni reconocidos. Ya sea que vengan de Francia, de Estados Unidos o de un recóndito lugar de República Checa.

Chapeau Rouge está más que en el centro de la capital. Además, está justo al lado de una iglesia, pero se trata de un lugar destinado al placer y a la diversión: en el siglo XVII era el Albergue del diablo. Entre 1919 y hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, fue un café-concierto para frecuentar a las muchachas de vida alegre. A finales del régimen comunista, un centro de consejo pedagógico y psicológico...

¡Tenemos que visitarlo! Es un lugar que sienta bien... Sobre todo a los jóvenes y a los inquietos que buscan algo más ¡desde hace 400 años!

 Dónde
Centro de la ciudad | Ciudad Vieja
 Tipo de establecimiento
Discoteca
 Costo
$$$
Wi-fi gratis
Accesible para discapacitados
Terraza
Adecuado para familias con niños
Acepta animales
Tarjeta de crédito
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