Rápidamente después de la revolución de 1989, en Praga florecieron muchos clubes y salas de conciertos, enfocadas en los amantes de determinados géneros. Punto, que antes se llamaba Punto Azul, es uno de estos lugares. Anteriormente, los aficionados a diferentes géneros con el drum’n’bass o el breakbeat eran sus asiduos visitantes. Más de una increíble fiesta de cumpleaños se celebró aquí, llenas pegatinas de particulares sellos discográficos y más de un invitado que se quedó dormido en los sofás hasta la madrugada. La cosa llegó a tal punto, que la puerta del refrigerador del club hizo parte de una exposición sobre las subculturas de los 90. La puerta ostenta el récord de pegatinas en un solo refrigerador.

Hoy en día, Punto funciona como un club retro, agradable, que reconoce su historia, tanto en su decoración como musicalmente hablando. No es para nada la típica discoteca, aunque sigue un poco las tendencias actuales y ahora es más inmaculado que antes. Sus propietarios dicen que “Punto no es un club/discoteca. Es un punto de encuentro, donde se cruzan los DJ checos reconocidos con aquellos que apenas están comenzando”.

 Dónde
Fuera del centro | Smíchov
 Tipo de establecimiento
Bar | Discoteca
 Costo
$$ | $
Wi-fi gratis
Accesible para discapacitados
Terraza
Adecuado para familias con niños
Acepta animales
Tarjeta de crédito

Se puede jugar al futbolito. Para beber, recomendamos la cerveza Únětice 12 % sin filtrar.

Patrick, Avantgarde Prague
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