Los dueños de este establecimiento rinden homenaje, hasta en los más mínimos detalles, al legado de Karel Sladkovský, periodista y político checo del sigo XIX, rebelde y defensor de la libertad en todos los sentidos. Además, también respetan el espíritu bohemio del barrio de Vršovice, el nuevo lugar de moda de la capital. Por esto mismo, cuando vamos al café Sladkovský es más por su ambiente, que por el café y los postres. Este café es el sitio para disfrutar, al mismo tiempo, de un poco de art nouveau, de art déco, de los años 30, de esta cultura capitalina dedicada al arte no consumista de ayer y hoy. Por ejemplo, podemos ir en la noche a una conferencia o a una presentación sobre un movimiento artístico, a un concierto o a una degustación. O simplemente ir, así porque sí. Para quienes se demoren más, incluso pueden desayunar allí.