La plaza Palackého es una de las más curiosas de todo el centro de Praga. Nada más verla, da la impresión de ser un gran cruce de dos avenidas principales. Pero si nos fijamos un poco, nos daremos cuenta de que esta pequeña plaza está dominada de manera admirable por la enorme escultura Art Nouveau realizada por Stanislav Sucharda y dedicada a la memoria de František Palacký, una de las personalidades clave en el Resurgimiento Nacional, durante el siglo XIX. Por su lado sur, la plaza se abre a una explanada que da a un parque, cuya prolongación son los dos edificios ministeriales simétricos, de estilo neoclásico, realizados por el arquitecto Bohumil Hypšman.

La atmósfera tranquila del conjunto no deja sospechar en absoluto que fue aquí donde se desarrolló uno de los episodios más agitados de la historia arquitectónica de Praga en el periodo moderno. Donde hoy se encuentra un parque y varios edificios, se alzaba hasta principios del siglo XX el barrio de Podskali (Bajo las peñas), un lugar pintoresco con sus barqueros y sus balseros, que desde el siglo XVI construyeron aquí sus casitas junto al río. Sin embargo, con motivo de la construcción de los muelles, se demolió todo el barrio, con el proyecto de sustituirlo por una serie de edificios tan grandes que ocultaban el claustro de Emaús, el cual domina hoy en día todo el lugar. Por suerte, este proyecto no fue realizado, gracias a un movimiento emprendido sobre todo por el Club de la Praga Antigua, que propuso otro proyecto de urbanismo respetuoso con el panorama del monasterio gótico.

El aspecto actual de la plaza y el panorama del claustro son también consecuencia de otro acontecimiento trágico: en febrero de 1945, un avión aliado con la misión de bombardear Dresde se desvió por error de su ruta y bombardeó una zona de Praga situada entre la Ciudad Nueva y Vinohrady. Uno de los lugares afectados fue el monasterio de Emaús, cuyos frescos góticos, conservados hasta entonces, sufrieron daños graves. La fachada de la iglesia también quedó destruida, siendo reconstruida en los años 60 con un estilo moderno. El arquitecto funcionalista František Maria Černý logró culminar el edificio gótico con unas flechas de hormigón, que se integran perfectamente en el conjunto del claustro y son símbolo de la reconciliación entre la arquitectura antigua y moderna.

 Dónde
Ciudad Nueva
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