Nuestra sugerencia
En el hall de entrada de la gran galería, encontraremos una tienda que no solo propone catálogos y objetos asociados con las exposiciones, sino que también vende objetos antiguos y modernos, fruto del diseño y las artes decorativas checos (vidrio, cerámica, joyería).Para terminar, vale la pena desviarse y hacer una pausa en el Café Rudolfinum, en la planta baja, para disfrutar de una agradable mezcla de música, arte y gastronomía.