Un admirable reflejo de la Roma barroca...

La primera iglesia de San Francisco de Asís fue fundada en 1252, cerca del monasterio de los Cruzados de la Estrella Roja, la única orden religiosa masculina originaria de los Países Checos. La iglesia actual también está vinculada a la historia de la orden, ya que esta sigue ocupando el monasterio y los cimientos góticos de la iglesia original pueden aun verse en la cripta.

Erigida en el tercer tercio del siglo XVII, la iglesia de San Francisco de Asís ocupa un lugar particular en el contexto de la arquitectura barroca praguense. En efecto, evoca, por una parte, la Roma barroca y, por la otra, la Francia del clasicismo, aunando las dos principales corrientes arquitectónicas de la Europa del siglo XVII. Ello se debe a que el creador de la iglesia, Jean-Baptiste Mathey, nació en Borgoña y pasó su juventud y sus primeros años de ejercicio profesional en Roma. Allí fue donde lo encontró Jan Bedřich z Valdštejna, arzobispo de Praga, que lo llevó a la capital bohemia para confiarle la construcción del monumento más importante de la época, el palacio del arzobispado y la iglesia de San Francisco de Asís, cerca del puente de Carlos.

En su composición, Mathey empleó motivos típicos del barroco romano: una fachada dinámica que domina majestuosamente la plaza de los Cruzados y una gran cúpula que evoca la basílica de San Pedro de Roma y otros monumentos romanos. Por otro lado, se inspira en fuentes francesas para la forma de la iglesia, así como las generosas formas de los acabados exteriores: los muros son de un solo color y están hechos de grandes placas de piedra, lo cual no es común en Praga.

El interior de la iglesia se distingue por conjugar de manera única arquitectura, pintura y escultura. El altar central y las estatuas de los nichos recuerdan con su dinamismo la estética de los monumentos romanos de Gian-Lorenza Bernini. Los muros están revestidos de mármol de color con tonos asociados al refinamiento. El elemento principal es, sin duda, la cúpula, decorada con frescos del Juicio Final realizados por el mejor pintor de frescos barrocos de Praga Václav Vavřinec Reiner.