Nuestra sugerencia
En uno de los nichos que ostenta el muro del palacio por el lado de la plaza Mariánské, podemos encontrar una estatua de Václav Prachner, que representa a una niña, apodada por los praguenses Terezka (Teresita). En realidad, se trata de una alegoría del Moldava, el río que cruza Praga.