Este restaurante llevado por la familia Djorem, originaria de Sarajevo sigue, según afirman sus miembros, la tradición gastronómica de un país que ya no existe: Yugoslavia. Por ello, el Luka Lu se inspira en las cocinas de todos los Estados que surgieron en su lugar durante los años 90, añadiendo una pizca de cocina italiana.
El Luka Lu es, de algún modo, la encarnación del realismo mágico de los Balcanes: colores vivos, flores, cotorras en una jaula, figuritas repartidas por todos los rincones…
Hablando del menú, se apoya sobre todo en las carnes a la parrilla: la pljeskavica, una carne especiada con guindillas, es de lo más sabroso, así como las deliciosas albóndigas chevapchichi. También se puede pedir un filete tiernísimo de ternera a la parrilla, pollo relleno con espinacas y gorgonzola, unas sabrosas salchichitas de cordero, calamares o gambas.
En este restaurante poético, situado al pie de la colina de Petřín, muy cerca del parque de Kampa, reina siempre un ambiente como si fuera fiesta, todos los días… ¡En el Luka Lu, la celebración nunca termina!