La Plaza de Belén (Betlémské náměstí) es el corazón de la parte más antigua de la Ciudad Vieja. Está apartada de los itinerarios más turísticos, en un laberinto de calles y callejuelas en el que, en general, solo la encuentran aquellos que saben precisamente dónde está. La plaza nació de una manera extraña y a la vez característica de una ciudad antigua: gracias a la destrucción de la iglesia de San Felipe y Santiago y del cementerio que la rodeaba. Así pues, el trazado de este es la plantilla que da la forma y dimensiones a la plaza actual.

La plaza está dominada por la capilla de Belén, que nos recuerda la personalidad singular del predicador y rector de la universidad de Praga Jan Hus, quemado en la hoguera tras el concilio de Constanza de 1415 por sus opiniones reformistas. Aquí se formaron sus numerosos sucesores y aquí surgió la reacción violenta causada por la muerte del mártir: a lo largo de las guerras husitas, los combatientes checos lograron resistir en varias ocasiones a las cruzadas de los imperiales católicos.

La leyenda de los Husitas y de su combate por sus convicciones es un factor esencial en la formación de la identidad nacional checa durante el siglo XIX. Alcanzó, por desgracia, su mayor “gloria” durante el periodo de auge del estalinismo, cuando se consideraba a los Husitas como predecesores de los comunistas y a sus victorias una prueba del derecho histórico de los comunistas a gobernar a los demás. La capilla de Belén actual, edificada casi totalmente a principios de los años 50 bajo el control del Partido Comunista, destinada a ser una “reconstitución” de la capilla original de Jan Hus, es por desgracia un testigo de esta triste manipulación de la Historia.

A pesar de ello, la plaza actual es un centro de la vida cultural praguense. En las cercanías de la capilla se encuentra la excelente galería Fragner, especializada en las exposiciones de arquitectura contemporánea de Europa y de todo el mundo. El lado oeste de la plaza está cerrado por la casa U Halánků, que alberga las fascinantes colecciones etnológicas del Museo Náprstek. La plaza y las callejuelas adyacentes están repletas de cafés, cervecerías y restaurantes situados fuera de los itinerarios turísticos habituales y que, en general, constituyen islotes de vida social normal en pleno centro de la Ciudad Vieja.

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Ciudad Vieja
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