El Avion 58 ocupa una sala de la antigua fábrica de cervezas municipal fundada en 1895, lo cual explica la presencia de elementos industriales en su decoración. Los grandes ventanales, con una altura de dos plantas, combinan bien con las canalizaciones vistas por el techo. El suelo, por su parte, alterna baldosas y madera. Los arquitectos han conseguido diseñar un restaurante en dos plantas, que al mediodía se llena con el personal de las oficinas cercanas, mientras que por la noche el ambiente es más íntimo.
Los platos del día son de una variedad sorprendente. En general, es posible escoger entre varios platos asiáticos y mediterráneos, además de algunos clásicos checos, como los pimientos rellenos con salsa de tomate. Por otra parte, la carta presenta también una mezcla de estilos, con un apartado de cocina thai especiada en el que encontramos varios tipos de curry, una sección de platos preparados a la parrilla y una selección de cocina internacional y de entremeses para degustar con una cerveza.
Desde las 8 de la mañana podemos desayunar o tomarnos un café en el Avion 58, mientras que por la noche nos deleitaremos con su excelente selección de vinos franceses.