Museo Nacional
La larga vista del Museo Nacional de Praga desde el fondo de la Plaza de Wenceslao es una de las imágenes más conocidas de la capital checa. El majestuoso edificio neorrenacentista alberga riquísimas colecciones de ciencias naturales (zoología, mineralogía, antropología, etc.) e historia (colecciones prehistóricas, numismática, etc.).
Al igual que el Teatro Nacional, el Museo Nacional, diseñado por el arquitecto Josef Schulz, es uno de los edificios emblemáticos del movimiento del Renacimiento Nacional del siglo XIX. Desde su construcción (1885-1891), ha sido testigo de grandes acontecimientos de la historia checa. La fachada acribillada del Museo Nacional de Praga aún conserva las cicatrices de los tanques soviéticos que entraron en 1968, deteniendo abruptamente la Primavera de Praga.
Entre en el edificio: las colecciones que alberga le contarán una historia totalmente distinta, la de la Tierra y el hombre, la de las especies animales y vegetales...
Las ricas colecciones de ciencias naturales e historia se presentan en diferentes secciones por las que podrá pasear a sus anchas.
El primer nivel está dedicado a los objetos prehistóricos, donde hermosas reconstrucciones dan vida a la visita, seguido de una de las mejores colecciones de mineralogía del mundo, con piedras preciosas y semipreciosas, y finalmente numismática. El segundo nivel abarca la zoología (con una rica colección de fósiles) y la antropología.
El Museo Nacional es un lugar ideal para visitar en familia, y los praguenses están más que encantados de explorar sus riquezas con sus hijos. Se encuentran con un gigantesco mamut acechado por un cazador prehistórico, anacondas y otros depredadores del mundo terrestre y marino, incluido el inmenso esqueleto de una ballena.
Dirección
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