Palacio Wallenstein

Gran jefe militar de vida aventurera, el conde Alberto de Wallenstein es un auténtico personaje de novela: inmensamente rico, acabó su vida trágicamente, asesinado por traición al Estado. Mandó construir este inmenso palacio praguense para su uso personal, una celebración de su poder y su éxito. Es la residencia más monumental de la zona después del Castillo de Praga.

El terreno necesario para este proyecto megalómano se liberó mediante la demolición de más de veinte casas, una fábrica de ladrillos y tres jardines. Entre 1624 y 1630, el conde hizo ampliar el inmenso complejo de edificios con un jardín manierista, adornado con esculturas de bronce, una sala terrena y una gruta artificial.

El palacio en sí, construido por artistas italianos, es de un estilo de transición entre el manierismo y el barroco temprano. Está organizado en torno a varios patios. La fachada principal se extiende 60 m por la plaza Wallenstein y está jalonada por numerosas ventanas y tres portales. Desde el exterior del patio principal, no deje de echar un vistazo a la capilla privada, sorprendentemente alta y estrecha, decorada con frescos y estuco dorado, donde los miembros de la familia podían asistir a las celebraciones religiosas desde los balcones privados de los distintos pisos.

En la actualidad, el Palacio Wallenstein alberga el Senado checo. Sin embargo, los sábados y domingos se pueden visitar sus salones más hermosos.

El espacio más excepcional es la gran sala de representación de dos pisos, de 288 m de largo: su arquitectura monumental es uno de los logros más brillantes del barroco temprano en Europa Central. Un colosal orden de pilastras puntúa la disposición de la sala, decorada con estucos que representan trofeos militares, guirnaldas de frutas y ángeles alados en diversas actitudes y expresiones. Chimeneas monumentales y grandes espejos amplían el espacio. En el techo, un fresco de Baccio del Bianco representa a Marte, el Dios de la Guerra, sobre su carro lanzado por caballos alados, una exaltación de las virtudes guerreras del conde Wallenstein.

Otras hermosas salas del palacio también están abiertas al público los fines de semana, como la Sala de los Caballeros, la Sala de Audiencias y el Corredor Mitológico.