Si nos encontramos en la parada de los tranvías n.o 22 y 23, Pražský hrad (Castillo de Praga), estamos ya a unos cuantos pasos de la calle U Prašného mostu (el puente polvoriento), que da al Foso de los ciervos (Jelení příkop) y nos llevará al Castillo. Todo un lado de esta calle se encuentra ocupado por la fachada barroca del Picadero del Castillo, construido en el sigo XVII.
Los espacios de esta antigua institución ecuestre sirven de sala de exposiciones desde mediados del siglo XX. Las obras expuestas representan las artes plásticas y la arquitectura checas, y la historia de los países checos. Recientemente, ha habido exposiciones dedicadas a Josef Čapek o a Olbram Zoubek, al igual que exposiciones temáticas como “Mi patria —homenaje a los paisajistas checos” y “La gloria de los castillos y fortalezas”.